María José Álvarez

El aire que respiro está compuesto de oxígeno, nitrógeno y publicidad. Me encanta la publicidad; pero sobre todo, me interesa lo que la publicidad puede hacer por las marcas.

Supongo que eso se debe a que inicié mi carrera profesional en los departamentos de marketing de Gillette, Estee Lauder y posteriormente Loewe . En esas compañías aprendí a trabajar el día a día de una marca, y a gestionar todas las variables del marketing mix, donde la publicidad “sólo” es un elemento más. Y, por supuesto, aprendí algo muy útil: a empatizar con los problemas, necesidades y oportunidades de los clientes .

Me incorporé al sector publicitario de la mano de DDB Madrid, como directora de cuentas, con especial dedicación a las cuentas multinacionales. Durante esta etapa profesional adquirí gran experiencia en marcas de consumo masivo, trabajando en entornos internacionales y aplicando las sofisticadas técnicas y herramientas de las grandes compañías fabricantes de FMCG.

Llegué a Tapsa en 1997, en calidad de Directora de Servicios al Cliente, con la ilusión de un nuevo reto profesional en una agencia muy reputada por su creatividad al servicio de la construcción de marcas. Y fue aquí donde acabé de forjar mi perfil profesional, aprendiendo cada día de la actitud emprendedora y luchadora de una agencia local a la que nadie le ha regalado nunca nada, y que defiende con pasión sus ideas, porque sabe que sólo fideliza el trabajo bien hecho. De mi labor en Tapsa me siento especialmente orgullosa de haber ayudado a Iberia, Carlsberg, San Miguel, Dodot, Leroy Merlin, Ausonia … y muchas otras marcas más a cumplir  sus objetivos de negocio en momentos clave de su ciclo vital.

Ahora, en Tapsa/Y&R, se unen mis dos escuelas: la sofisticación, los recursos y el rigor de una mítica agencia multinacional norteamericana, y la ambición y la agilidad de una también mítica agencia local española.

Pero no todo es publicidad. También disfruto con un buen libro; me encanta viajar, nadar en el Cantábrico, soy una maestra jugando al mus o a la pocha y adoro el cine en pantalla grande.